De enero a marzo

Enero, en euskara guipuzcoano se dice HILBELTZ, mes oscuro, mes negro.Es como que a la luz existente la hubieran encerrado. Y aunque en la naturaleza no hay más que esperar a que llegue marzo, en lo personal seguramente el proceso pasará por la toma de conciencia de la situación. Y también esperar, claro, pero con Esperanza.Así se siente la Luz, tu Luz, encerrada

sin poder salirsin brillo.

 

 

 

 

 

Y con la fuerza restante, desde la trinchera,  estar atentos a la más mínima variación de la situación ¡en positivo!. La Esperanza es activa.

Nuestra Luz, como las semillas, en estos momentos duerme. Cuídala. Enseguida tendrás que avivarla  y sacarla de «debajo del celemín». Como no somos perfect@s, a veces es difícil romper las conchas que la atenazan. Sin embargo podemos soslayarlas, arrinconarlas, huir de ellas… o utilizarlas de pedestal

para irradiar como un faro –o como velita– lo que necesita el mundo.

 Deja que tu luz brille  Mateo 5:14-16

P.D.:
Si tienes ocasión lee «Como agua para chocolate», de Laura Esquivel; en especial el capítulo que se refiere al fósforo.
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3 respuestas a De enero a marzo

  1. Ana dijo:

    Cuidar nuestra Luz también cuando duerme

    Me trae a la memoria al ratoncito Frederick de Leo Lionni:

    “¿Y tú, por qué no trabajas, Frederick?”, le preguntaban los demás. “Yo trabajo”, les respondía Frederick. “Recojo rayos de sol para los días fríos del invierno.”

    http://clonlaracuento.blogspot.com.es/2012/03/frederick-leo-lionni.html

    Gracias por recordarnos la Luz en el invierno

  2. sandalio dijo:

    Precioso el comentario y las fotos, Martin. Y especialmente oportunas en este comienzo de año. A mí me ha venido a la memoria una frase de Kierkegaard:
    «La vida solo puede comprenderse mirando hacia atrás;
    pero sólo se puede vivir mirando hacia delante».
    Esa luz que está encerrada y oscurecida tiene que mirar hacia atrás por los resquicios que pueda para encenderse…
    y mirar hacia delante por los agujeros que encuentre para sentirse capaz de dar el salto y encaramarse arriba, en todo lo alto. A esto el filósofo Zubiri lo llamaba «sobreponerse».

    • Ana dijo:

      Gracias Sandalio por este comentario tan iluminador, tan potente como para dar orientación, suelo e impulso a muchos.

      La vida siempre está por delante, por venir. Pero habrá que estar con los ojos bien abiertos en el presente, lúcidos y orientados.

      Abrazos

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