Monísima la figurita pequeña que cabe en una manita de niño. Esa que en su inocencia no sabe si iba para tres. Me encanta. Dan ganas de cuidarla, de arroparla para que no la hieran, de ayudarla a sentirse a gusto siendo quien es. Sugerente.
Acertadas también las preguntas que señalas:
«¿Cómo ignorar todo esto porque mis expectativas para ti fueran de tres o cuatro anillos? ¿Cómo comparar una realidad con una ficción?»
Acoger la realidad que es, descubrir la belleza que esconde si sabes mirar bien, empaparte de ella y saber gozar con ella.
Tus comentarios, Ana, se aproximan mucho a lo que sentí cuando la figurita «se manifestó». Estaba concentrado en lograr una de cuatro anillos porque me habían pedido una que tuviera algo que ver con más niveles y estaba desarrollando el utillaje. Y estando en ello se rompió. Fue la primera vez que en una situación como esa no echo una buena «jaculatoria». Lo acepté así, sin más, asumiendo que todo el trabajo estaba perdido, pues al romperse suele provocar una explosión de material o una reacción en cadena que destruye todo y hay que comenzar de nuevo; muchas veces hasta las herramientas hay que rehacerlas.
Y en medio del desastre apareció ella en su inocencia: intacta, sin un rasguño; sin echarme en cara siquiera «eh, que estoy aquíii» (cuando tú esperabas a otra…)(¡buena vergüenza pasé yo por mi despiste!)
Desde luego, en su nacimiento, –como en la canción de Silvio– tuvo que «sentir en su cabeza cristales molidos» y estar «entre el humo y metralla contento/a y desnudo/a».(Tal vez haya venido a «matar canallas… con su cañón de futuro»)
Antes de leer tu comentario de cómo surgió la escultura, nosotros, Yo y Carmen, la habíamos adquirido para un amigo. Copio la tarjetilla que le adjuntamos:
Dentro de ti hay un mundo
dentro de otro mundo,
más adentro el universo.
En el interior, el corazón de la madera
que nunca toma forma
sin tallarlo desde dentro.
Y nos atrevimos, con ayudas, a traducirlo al euskera:
Mundu bat zure barruan,
beste mundu bat haranean.
unibertsoa sakonagoan.
Barrualdean, egurraren bihotzak
ez du inoiz itxurarik hartzen
barrutik lantzen ez bada.
Gracias, Martín, por tu generosidad y tu sencillez que nos inspira.
Cuánto me armonizan tus figuras!!
Muxu handi bat
Josean
Monísima la figurita pequeña que cabe en una manita de niño. Esa que en su inocencia no sabe si iba para tres. Me encanta. Dan ganas de cuidarla, de arroparla para que no la hieran, de ayudarla a sentirse a gusto siendo quien es. Sugerente.
Acertadas también las preguntas que señalas:
«¿Cómo ignorar todo esto porque mis expectativas para ti fueran de tres o cuatro anillos? ¿Cómo comparar una realidad con una ficción?»
Acoger la realidad que es, descubrir la belleza que esconde si sabes mirar bien, empaparte de ella y saber gozar con ella.
Besos y Gracias
Tus comentarios, Ana, se aproximan mucho a lo que sentí cuando la figurita «se manifestó». Estaba concentrado en lograr una de cuatro anillos porque me habían pedido una que tuviera algo que ver con más niveles y estaba desarrollando el utillaje. Y estando en ello se rompió. Fue la primera vez que en una situación como esa no echo una buena «jaculatoria». Lo acepté así, sin más, asumiendo que todo el trabajo estaba perdido, pues al romperse suele provocar una explosión de material o una reacción en cadena que destruye todo y hay que comenzar de nuevo; muchas veces hasta las herramientas hay que rehacerlas.
Y en medio del desastre apareció ella en su inocencia: intacta, sin un rasguño; sin echarme en cara siquiera «eh, que estoy aquíii» (cuando tú esperabas a otra…)(¡buena vergüenza pasé yo por mi despiste!)
Desde luego, en su nacimiento, –como en la canción de Silvio– tuvo que «sentir en su cabeza cristales molidos» y estar «entre el humo y metralla contento/a y desnudo/a».(Tal vez haya venido a «matar canallas… con su cañón de futuro»)
Antes de leer tu comentario de cómo surgió la escultura, nosotros, Yo y Carmen, la habíamos adquirido para un amigo. Copio la tarjetilla que le adjuntamos:
Dentro de ti hay un mundo
dentro de otro mundo,
más adentro el universo.
En el interior, el corazón de la madera
que nunca toma forma
sin tallarlo desde dentro.
Y nos atrevimos, con ayudas, a traducirlo al euskera:
Mundu bat zure barruan,
beste mundu bat haranean.
unibertsoa sakonagoan.
Barrualdean, egurraren bihotzak
ez du inoiz itxurarik hartzen
barrutik lantzen ez bada.
Gracias, Martín, por tu generosidad y tu sencillez que nos inspira.