Hola amig@s: Hace unos pocos días «pasó el cometa» que estuvo a punto de llevarme el año pasado cuando me regaló un infarto. Y con el regalito en la mochila –lo llevo yo ¡eh!; tú solo me ayudas–, te invito a acompañarme en este recorrido vital/escultural de un año. (Yo me desnudo un poco como casi todas las piezas, que te las enseño desnudas, sin cera ni maquillaje). Besos.
Me costó bastante llegar a la primavera («… como la Primavera, que cuanto más se espera más se retrasa» –canción de Luis Guitarra a su hija Raquel: un beso, amiguita). Desde julio, día a día, atento a la nueva situación de vivir con un corazón «tocado» y gastando bastante energía en rehabilitarlo. Mi primavera llegó a ritmo de caracol…
Y mientras el caracol avanzaba, ya por agosto, el primer reto fue atender a una petición de la Fundación Menudos Corazones. El trabajo era acorde con figuras de pequeño formato, pues la crisis en la construcción había acabado con mi fuente de suministro de material de Iroko GRATUITO. (Por otra parte, necesitaba comprobar cómo me adaptaba nuevamente a la disciplina del torno: Muchas horas de posturas fijas, respirar con mascarilla, polvo del lijado por todas partes: La poesía de estas esculturas tiene bastante «prosa»).Acabado el pedido de los corazones fui probando con figuras más pequeñas: –ahora que estoy en marcha… ¡pues sigo!–, hasta que coseché un estrepitoso fracaso (bueno… en realidad fue más estrépito que fracaso: la pieza y herramientas salieron por los aires: ¡A empezar de nuevo!); pero como en el cuento del anciano chino: «Buena suerte, mala suerte… ¿Quién sabe?«Ese accidente abrió las puertas y mostró caminos para otras figuras con autonomía propia, con independencia del marco de donde salieron…
En esta figura superior se ha vaciado su esfera primordial… profundizando –Sakontzen–.
(A ésta superior se le ve el truquillo –te he hablado de desnudez, sin maquillaje–, pero esa unión se puede mejorar).
Algunas peticiones para regalos de boda me han hecho adecuar unas y reponer otras con urgencia: Espabilar, en fin…
Y ya acercándose la fecha…
…otro «espabilamiento» más, pues está a punto de nacer nuestra nieta Izar.
No se me olvida que en todo este recorrido tú has estado ahí: Aprecio en especial tus ánimos y tus abrazos que curan… y ayudan a seguir. ¡¡¡Gracias!!!
(Gracias también a QUIEN por algo te me ha puesto ahí)
Hoy, no sé el por qué, has estado en mi mente y… llego a casa y me encuentro tu mensaje. Espero recibáis a Izar con la alegría que os caracteriza. Sabéis que os recuerdo con cariño. Hoy fiesta de los Abuelos Joaquín y Ana, os felicito. Besos.
Te parecerá bonito escribir esto, ¿no, Martín?
Pues a mí, sí. Y bastante sugerente.
Besos
Ederra!
Eskerrik asko, laguna
Muchas gracias Martín por seguir ahí.
Tú haces Vida el No Te Rindas de Mario Benedetti.
Adelante Amigo, Adelante. Beti Aurrera
Sebastián
Hola Martín, qué tal estás?
Están espectaculares, hermosas; Dios te bendiga.
Un abrazo.
Yadira.
Una belleza Martín, la madera acariciada por tus delicadas manos muestra una expresión maravillosa…es un deleite para los sentidos contemplar lo que de ahí emerge…pedacitos de realidad que nos invitan a ir más allá…, vislumbres de eso OTRO que anhela encontrar la forma para hacernos conectar…y gracias por contribuir a que eso OTRO encuentre tan bello canal de expresión.
Gracias, Martín, por seguir haciendo posible lo imposible y por estar siempre abierto a lo inesperado. Tus obras nos llevan a un mundo de profundidades y belleza, invitándonos a remar mar adentro en cada instante.
Abrazos desde el sur.
Del camino (y de la vida) sabe más el caracol que la liebre…
… y tú siempre has sido un bastante más caracol.
Un abrazo…
Luis
Martín,
gracias por tu arte,
gracias por tu sensibilidad,
gracias por tu persistencia,
gracias por tu trabajo,
gracias por comunicarlo a los demás,
gracias por compartirlo conmigo.
GRACIAS.
Martin, milesker zure lan goxo eta maitakorragatik. Asko gozatu nuen zure «lantegian» egin nuen bisitan.
Besarkada bero bat,
Aritz
Bueno, hoy empezaba el lunes un poco gris y de repente algo ha iluminado la semana, menos mal. Un abrazo enorme, muchas gracias y seguimos en contacto, Martín. Marian
Gracias hermano Martín por hacer de la fragilidad belleza, poesía, fuerza…
Despacito y con ternura vamos creciendo cada día. A mí que ahora, como mamá de dos pequeños terremotos, me toca otro ritmo más frenético, me gusta adivinarte en tu quietud de caracol, en tus piezas más pequeñas, ensayando fracasos y desnudeces para ir vaciando y profundizando… A cada tiempo lo suyo.
Gracias por escuchar, aprender y compartirlo como siempre. Un abrazo fuerte
Rosalía
Gracias Rosalía, amiga. No me olvido de «EL DIOS QUE ME HABÉIS MOSTRADO»
Te lo copio sin tu permiso.
El Dios que me habéis mostrado
tiene los dedos tiernos
como los del padre primerizo
que esculpe su mano para la caricia
-una mano tatuada de nombres
con trazo indeleble.
El Dios que fue tejiendo nuestro encuentro
es un Dios descabellado
un beso todo trenzado de alientos
conspirando contra la certidumbre
haciendo del miedo una guirnalda
que venga a embellecer el desconcierto
o un cosquilleo que nos ría las solemnidades
Nuestro ajado lenguaje quedó abolido
por sus silencios y su Palabra
ahora tan sólo hay Presencia de Amor
y hermanos de ella habitados.
La primavera, querido Martín, siempre está, y una y otra vez tú la encuentras en tu adentro, y es un sitio al que sólo se llega a ritmo de caracol / Es ese lugar en el que siempre has aterrizado / Ahí, el punto que te hace comenzar de nuevo es el punto que nos hace vivir, y que nos une / Y la metáfora alegre para mostrar estas cosas, se puede llamar, perfectamente, Izar. Felicitaciones.