El cuenco del primer fotograma (Iroko de 17 cm de diámetro) trata de completar –abrazar– a una escultura anterior de nombre «Abrazado».
Abrazado
Mmmm, ¡qué bien los tres juntitos!
Por fin, primer día de sol de primavera. Mientras enredaba en el taller con una pieza nueva me ha dado tiempo para una hornada de pan. Es mediodía. Al marcharme voy a ofrecer unos bollos a un grupo de amigos que está de convivencia. Los recibe María que a cambio me ofrece una trenza de pastelería de muy buena pinta, que no acepto porque voy en bici y en la mochila se va a malograr.
«Por lo menos te doy un abrazo»
«Eso sí, María. Eso síiiiii»
Cuando la noche se alarga,
cuando parece ya todo perdido,
cuando faltan las palabras…
me abrazo a ti.
Cuando las fuerzas no bastan,
cuando te sientes débil, vulnerable,
cuando no nos quedan lágrimas…
me abrazo a ti.
Cuando los sueños se apagan,
cuando su luz se desvanece;
cuando se estremece el alma…
me abrazo a ti.
Una vez más una de tus preciosas figuras se entremezcla y se hermana con alguna de mis letras…
Nos abrazamos a ti Martín.
Sencillamente, belleza, en estado puro… armonia, emocion, amor….
Maravilloso Martin, como todo lo que haces.
Un abrazo sostenido
Anteayer, domingo, después de la reunión en la cárcel, cuando llega el tiempo de los que quieren hablar a solas, se me acercó un marroquí para explicarme que un muchacho de 24 años está muy mal de la cabeza y su padre también está allí preso con él. Que quisiera ayudarle pero no sabe cómo. Que reza mucho por él; pero que no sabe lo que se puede hacer…
Leyendo su sinceridad en sus ojos e impresionado por su sencillez de creer que yo puedo darle respuestas le hablé de que siempre hay que estar atento a las sorpresas de Dios y que, al mismo tiempo, nos toca a nosotros hacerles sentir nuestro apoyo.
Se lo expliqué lo mejor que supe y él me respondió dándome dos besos y un abrazo.
Hoy tu figura, Martin, me recuerda esta anécdota y el domingo que viene si Dios quiere te presentaré al abrazador.
Cuando enviamos un abrazo al final de una misiva… ¡ojalá fuera tan cargado de emoción y humanidad!
Descubro, Martín, que cada pieza es única, cada pieza es por sí misma bella. ¿Esa belleza surge de su disposición a abrazar? A veces queremos abrazar pero algo lo impide. Pero la disposición, esa apertura, esa ausencia de bordes ya nos hace bien… y, sin saberlo, somos siempre recibidos en un abrazo universal siempre abierto. Abrazotes.
Veo que los abrazos se contagian, se transmiten, se reinventan en mil situaciones. Me alegro de ver antiguos amigos motivados por tus abrazos y os envío el mío para todos.
Precioso Arte el tuyo, Martin,
Abrazo es Amor natural, Todo en Uno…
Besarkada beroa !!!