Podíamos haberle puesto bien la otra oreja (y la trompa), pero se habría despertado…
«Que ni el viento la toque, porque tiene pena de muerte el viento si la toca…»
Y así, mientras sueña y respira CREA su espacio nuestro pequeño elefante.
Un día nos hablaban de las galaxias, de que iban creciendo y creciendo y alejándose. «Se les acabará el espacio» –les objetaba–. «No: al crecer, al alejarse, al SER… van CREANDO «su» espacio y «el» espacio.»
Se ve que el Creador se nos adelantó previendo criatura y ámbito. ¿Os imagináis tener que estar pidiéndole a cada rato más espacio para crecer? ¡Eh, más cartas, por favor!
Unido al SER va la capacidad de ser CREADORAS o CREADORES.
Se acaba de despertar… ¿Qué haces ahí, indiscreto?
Invadiendo y co-creando tu espacio, Estrellita, Izar maitea…
¡Qué hermosa reflexión, y qué profunda se hace la palabra cuando van de la mano, el SER y el CREAR , que al mismo tiempo permite sembrar en cada ser humano la capacidad de ser portadores de vida y de esperanza.
Gracias por todos los aportes que das a la vida de cada ser humano.