Realizada para el enlace de Davi y Marifina. Atril de fresno y esfera de guayacán.
Hola parejita:
Sobre la escultura, no sé muy bien qué decir. Quiere ser un atril, pensado para contener una Biblia. Se llama «el Recogimiento y la Palabra».
El tronco es de fresno. Joseba y yo ya llevábamos tiempo mirando un poquillo por si aparecía alguno. Y en una de sus últimas visitas le presenté uno que había estado mucho tiempo en mi taller, pasando desapercibido, hasta que lo miré con otros ojos. Enseguida se ofreció a ser él quien le diera el acabado final.
La esfera, un tozo de Guayacán –lignum vitae, madera de la vida–, nos vino de una de las misiones de Ecuador. El nombre –lignum vitae– me decía mucho. Y más en vuestra situación en la que comenzáis juntos ese trozo de la travesía de la vida. Es una madera especial: Autolubricante. El grafito, una forma de carbono –ya sabéis, carbono, vida…– también lo es.
¡Mira que han avanzado los materiales!… pues, a pesar de todo, el guayacán todavía se utiliza para soporte en el que deba girar un eje (cojinete, se dice técnicamente). No se pudre ni aunque esté sumergido en el agua. Como el amor, es prácticamente eterno.
La realización física fue compleja, pues el tronco del que partía era algo escaso. De esa escasez da muestras la ranura de la parte superior de «la cuevita» que, a la postre, se ha convertido en ventajas, pues es casi la única forma de manipular la esfera, para que salga, si alguien intenta acceder al recogimiento de forma inadecuada, siendo también el camino más directo de acceso a la Palabra.
He dudado sobre la dimensión de la «puerta de entrada» con referencia a la esfera. Lo más fácil era hacer un orificio bien amplio de diámetro mayor que cualquiera de las dimensiones «del pepino» que es la esfera. Pero el acceso al recogimiento –y a otros aspectos del Matrimonio– no es algo automático. Hace falta disposición, atención, entrega, tiempo…Y a veces ni con todo eso se consigue. Hay días en que «no funciona» (igual es que Dios anda de paseo). ¡Paciencia! Por mucho que se aprieten los puños no vendrá antes la primavera…
Sin embargo, cuando se logra, es una vivencia rica y sorprendente…
En el Racó de Sant Francesc, Llopis nos decía:»O es fácil, o es imposible».
Seguro que vosotros encontráis la forma de hacerlo fácil: Ser felices.