Hijita –nietita más bien–, hoy ya estabas muy grande en la ecografía. Ya no se te podía ver como un todo, así que nos hemos situado en un TODO mucho mayor para verte: Eres esa estrellita, ¿te ves?. Pronto vendrás de la oscuridad a la luz…
Y «aquí en la Tierra», soñamos para tus primeros años un nidito de 5, ¡qué te parece!
¡No sabes las ganas que tenemos de verte!
Denok/dena prest… etxeko Izar txikiaren zain!
Eskerrik askooooo, aitona!
… bajo ese cielo estrellado
nos dimos la mano
y echamos a andar.
¡Guapísimo, Martin! ¡Vaya ojo más complicado: capaz de ver lo extremadamente grande y lejano y lo más ínfimo y cercano! Yo quiero un ojo de esos ¡o dos!
Duerme mi niña que yo te sueño…
Algún día conocerás con cuánto amor te esperábamos
y cómo el soñarte tanto, caldeaba nuestro corazón y hacía brillar nuestros ojos en nuestro día a día.
Cuando una niña va a nacer…
«Sua amaitzean, «lauren» epelean, ilunaren arnasa, entzun ixilean…»
Yo te cantaré esta nana, Izar.
Josean